CURCUMINA PARA INFLAMACIÓN CRÓNICA ( DEL INTESTINO AL CEREBRO)

CURCUMINA

La curcumina es el ingrediente activo de la cúrcuma, especia de la India; es un polifenol con más de 160 actividades potencialmente terapéuticas, incluidos algunos efectos antioxidantes, antiinflamatorios y anticancerígenos.

Es importante destacar que tiene la capacidad de cruzar la barrera hematoencefálica y presenta excelentes propiedades neuroprotectoras, lo cual sugiere que puede utilizarse para el tratamiento de trastornos neurodegenerativos como la enfermedad de Parkinson. Investigaciones recientes también sugieren que puede ser útil contra la depresión.

Sin embargo, recuerde que la curcumina es muy poco absorbida, por lo tanto, si desea utilizarla con fines terapéuticos asegúrese de consumir un suplemento optimizado para una mejor absorción, de lo contrario no obtendrá los resultados que se describen a continuación.

la curcumina podría “parecer segura, bien tolerada y eficaz entre los pacientes con depresión”, además, podría servir como un “antidepresivo novedoso”. Tres de estos ensayos también reportaron efectos significativos contra la ansiedad.

“La curcumina puede influir en una variedad de actividades biológicas. Y muchas de ellas, como sus efectos antiinflamatorios, antioxidantes, neuroprotectores y monoaminérgicos, no están regulados en varios trastornos neuropsiquiátricos…

Estudios in vitro en animales y humanos investigan la curcumina como tratamiento para trastornos neuropsiquiátricos tales como el trastorno depresivo mayor, trastorno de estrés postraumático .

La inflamación crónica de bajo grado es un sello distintivo y un factor importante que contribuye a todas estas enfermedades, lo que lleva a los investigadores a sugerir que “la depresión puede ser una manifestación neuropsiquiátrica de un síndrome inflamatorio crónico”.

la alimentación, el ejercicio y las exposiciones tóxicas, tienen la capacidad de influir en el microbioma intestinal, lo cual afecta al eje intestino-cerebro.

Una de las razones por las que el azúcar es tan perjudicial para la salud mental es porque desencadena una serie de reacciones químicas–como elevar la insulina–que promueven la inflamación crónica.

El exceso de azúcar y fructosa procesada también distorsionan la proporción de bacterias buenas y malas en el intestino. El azúcar provoca este desequilibrio al funcionar como fertilizante/combustible para las bacterias patógenas, levadura y hongos que inhiben las bacterias beneficiosas de su intestino.

Todo se reduce a que la inflamación crónica no sólo interrumpe el funcionamiento normal de muchos sistemas del cuerpo, sino que también puede causar estragos en su cerebro y afectar su salud psicológica.

Para más información consulte a su médico.

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