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Las arterias tienden a endurecerse con la edad, lo que produce un mayor riesgo de enfermedades cardíacas, pero para las personas que son obesas o que tienen diabetes, el proceso comienza antes y las consecuencias son peores.
El resveratrol actúa al relajar la rigidez que produce la aterosclerosis, conocido como endurecimiento arterial: un grave problema de salud, ya que este padecimiento podría aumentar el riesgo de ataque cardiaco y derrame cerebral.
La nueva evidencia confirma que el compuesto antioxidante, resveratrol, podría mejorar el estado de los vasos sanguíneos en las personas que padecen diabetes tipo 2; este compuesto se encuentra presente en las moras y otras bayas oscuras, granadas, vino tinto, chocolate oscuro y la piel de las uvas rojas.
El efecto del resveratrol podría estar más relacionado con la mejoría de los cambios estructurales en la aorta, y menos asociado con la relajación de los vasos sanguíneos, y es posible que las personas que tienen una rigidez aórtica superior a la normal, no obtengan tantos beneficios.
El resveratrol pertenece a una familia de compuestos conocidos como polifenoles, reconocidos como fuentes viables para combatir los dañinos radicales libres que están en su cuerpo, desde las toxinas ambientales a los alimentos que no son saludables, hasta los productos químicos con los que podría toparse.
Uno de los aspectos más dramáticos del resveratrol son sus efectos neuroprotectores, inclusive hasta el punto de retardar la aparición o progresión de la enfermedad llamada alzheimer y la demencia vascular, que representa entre el 20 y 30 % de todos los casos de demencia, causados por un bloqueo o menor flujo sanguíneo hacia el cerebro, lo que causa una deficiencia de oxígeno.
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